EL ESCRITOR auténtico escribe justamente sobre lo que no sabe y
desconoce, en cada nueva obra avanza a tientas por una accidentada geografía
todavía no cartografiada, descubriendo (y mostrando) inéditas, insospechadas
perspectivas, asombrosas facetas de la realidad y del oscuro y poliédrico ser
del hombre, dando cuerpo a los sueños, anhelos, miedos y fantasmagorías propias, que en gran medida serán los de
la totalidad de la humana especie.
Por eso, aun cuando puede acometer a lo largo de toda su vida creativa obsesivas variaciones sobre un mismo “tema”, un gran escritor jamás se repite, y su voz es única y reconocible “al vuelo” como el sonido intenso, hondo y cálido de un músico de jazz.
Por eso, aun cuando puede acometer a lo largo de toda su vida creativa obsesivas variaciones sobre un mismo “tema”, un gran escritor jamás se repite, y su voz es única y reconocible “al vuelo” como el sonido intenso, hondo y cálido de un músico de jazz.
Carlos Enrique Cabrera
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