martes, 6 de noviembre de 2012

La magia del lenguaje



CUANDO se habla y escribe desde donde se debe  (es decir, desde las entrañas), no desde la pose y el banal artificio, la palabra ilumina y revela, une y aúna, enlaza. Y sana y cura tanto los males del alma como del cuerpo, como hacía aquél fantástico bálsamo de Fierabrás al que tan oportunamente acudía el inmortal Don Quijote de la Mancha en sus momentos de extremo descalabro...

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